viernes, 14 de diciembre de 2012


Yo tenía un pacto con las aves,
si el viento silbara nosotras volaríamos
a la urgencia de su canto enamorado,
le juramos todas, buscarle la voz de abril
y me juraron todas
que no me quemaría diciembre helado.

Yo tenía un pacto de halcón,
de sábana turbia y de paloma espesa,
dijeron que vivir volando es una causa
aquello sería la victoria de las hadas de los cuentos
que tú pueblas.

Pero claro, yo no era paloma,
no podía luchar yo su batalla
y volar sin vivir no tiene causa.

Yo que tenía un pacto con las aves
las dejé para los locos
y aterricé en tus manos.

Dejar de ser paloma, alondra y viento enamorado
por milana desnutrida es algo que nunca perdonaron.

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