viernes, 14 de diciembre de 2012


Y si de pronto Benedetti decidiera resucitarse
y venir a recitarnos una patria de amor
en los bolsillos.

Aunque sea sucia,
Aunque sea herida,
Aunque sea tuya,
Aunque sea mía.

¿Podrías jurarme una vez más que me desprecias?
Si viniera Benedetti y te hablara de la ausencia
Si volviera ensangrentado
Y medio muerto.

¿Tú serías capaz, mengano Dulce
                                  Osado
                                       Eterno
De renunciar a la utopía?




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