jueves, 28 de junio de 2012

A quien corresponda. Gracias por aquel tiempo.


Te llamaré Nadie para que ni tú, ni yo podamos mancillar tu nombre dulce, aunque todos sepan como te nombro en cada uno de mis versos y me citaré a mi misma como ave de paso tardía que aprendió a volar en tus honradas manos. Esta carta está escrita a partir de golpes mortales con mi ego, y mis promesas, he escrito mil cartas en mi cabeza disculpándome, explicándome antes de hacer ésta real.

Ahora no voy a volver al pasado, esta carta valdía no es para eso, todos sabemos que te he perdido, que es irrecuperable que has tomado una decisión irreductible y que la debo respetar, pero sin embargo debía llevar a esto a cabo para liberarnos, por mi bien, y por el tuyo, aunque no lo creas. Tenía que decirte adiós de alguna manera en la que pudiera despedirme de ti sin dolor, ni llanto y sin el tono amargo con el que se tiñen de oscuro todas las despedidas.

Queridísimo Nadie, sigo pensando en tu voz de diciembre torrencial y en tu risa, es curioso como después de todo últimamente solo puedo pensar en tu estridente y maravillosa risa. Sentía la necesidad de pedirte una oportunidad con la que pueda al fin desatarme del pasado y ser aunque sea un poco, o un mucho más feliz (aunque no sé lo que me depara el futuro y aunque dude encontrar un amor igual a éste).

A mi me va bien, Alberto a veces pregunta por ti, y yo le digo que algún día volverás para jugar con él a las batallas en un esfuerzo salomónico porque ocurra de verdad. He estado estudiando poco porque me he limitado a extrañare y a castigarme, no he acabado como esperaba el curso porque he gastado mucho tiempo en intentar superar lo nuestro, pero esa conversación no tiene futuro y que siga con esto no tiene sentido.

El motivo de la carta es contarte que he aprendido que todo acto tiene consecuencia y todo crimen su castigo y por eso yo no quiero fustigarme ni castigarme más ante un verdugo que no entiende de clemencia pese a haber llegado a los más extremos límites de arrepentimiento y humillación. Yo ya lo he pagado con mi vida, puedes no creerme o pensar que exagero pero es así, te he entregado mi vida en cada momento de dolor, ahora mismo te la estoy dando, seguiré adelante pero será una vida triste porque la he relegado a tu recuerdo.

Estoy atascada en el veinticinco de abril y aunque no sufro, sé que me quedare para siempre en esos días y aquella, la de antaño, seré yo por eso lo he pagado con mi vida porque soy solo tu fantasma, soy los mismos clavos, la arena de la playa en la que paseamos por primera vez , soy tu libro naranja de Miguel Hernández y soy lo poco que de ti y de mi queda.

Prometí no molestarte y esa será otra de las promesas que romperé porque te molestaré siempre, mi recuerdo no hará más que molestarte cuanto pueda y te pido mil perdones de antemano. Ojalá pudieras entender lo que es perder a alguien así, ojalá dejaras de olvidarme un solo día para contemplarme desnuda entre tu ropa como te contemplo yo cada noche cuando te miro tumbado y en paz cerca de mi cuando solíamos ser otros.

Hace unos días vi una película “Pecado Original” y puede observarnos a ti y a mi, una loca desquiciada protagonizada por Angelina Jolie le partía el alma al único hombre al que había amado, si decidieras verla, para poder comprender solo alguno de mis cambios de opinión, para que me odies a rabiar porque al menos esa es una forma manifiesta de sentir.

Entiendo que quieras matarme como Loquillo a punta de navaja, yo te dejaría hacerlo, me daría por entero una vez más a ti para que acabaras conmigo y que pudiéramos ambos descansar de la carga que supone un amor tan contrariado. Pese a todo yo nunca te daré por muerto, nunca serás nadie o nada, serás el Zacarías que quiso a esta milana. Estoy rota en mil pedazos sin ti, pero sobreviviré porque:

A mí me dan igual cuantos poemas te quepan en la espalda
Si no juras por tus lunares que nos veremos en un verso,
Me importa lo mismo que cero la cantidad
de metáforas que te guardes en el pelo,
si no entiendes que aunque pese, nos quisimos y te quiero.

Porque todavía me cabes en un verso y en el alma
Y porque soy el recital nocturno que dejas volar en mitad de la mañana
Te querré siempre aunque te enturbie o te moleste.

Pd: Intenta ver la peli, olvídame del todo que este es el último dolor que te causo y los últimos versos que te escribo.

Te ama, tu milana.

lunes, 4 de junio de 2012

Verdades cortas y mentiras como puños.

A decir verdad no me desacostumbraba al modo en que abril lluvioso ó dichoso se cernía sobre mi, y a decir mentira nunca me quejé al estridente calor de Murcia que cala en los huesos peor que cualquier frío.
Es tan verdad como que a veces miento cuando digo que me molesta la Luna en las noches tibias, o tan mentira como cuando fumo para mitigarte, tan verdad como que cuando digo voy miento y quiero decir vengo. 
Es tan mentira que parecen verdades como puño que se pillan antes que a un cojo cuando digo que cuando me sobras y que tengo echado el cerrojo.

Menciones

Contigo recobré aquella risa explosiva que espantaba a las palomas, más tarde quise ser como Pandora y cuando al fin abrí la caja Cristo se olvidó de su puta, lloré entonces como una Magdalena. Las milanas renunciaron a volar parejas a mis alas.