Te llamaré Nadie para que ni tú, ni yo podamos mancillar tu
nombre dulce, aunque todos sepan como te nombro en cada uno de mis versos y me
citaré a mi misma como ave de paso tardía que aprendió a volar en tus honradas
manos. Esta carta está escrita a partir de golpes mortales con mi ego, y mis
promesas, he escrito mil cartas en mi cabeza disculpándome, explicándome antes
de hacer ésta real.
Ahora no voy a volver al pasado, esta carta valdía no es
para eso, todos sabemos que te he perdido, que es irrecuperable que has tomado
una decisión irreductible y que la debo respetar, pero sin embargo debía llevar
a esto a cabo para liberarnos, por mi bien, y por el tuyo, aunque no lo creas.
Tenía que decirte adiós de alguna manera en la que pudiera despedirme de ti sin
dolor, ni llanto y sin el tono amargo con el que se tiñen de oscuro todas las
despedidas.
Queridísimo Nadie, sigo pensando en tu voz de diciembre
torrencial y en tu risa, es curioso como después de todo últimamente solo puedo
pensar en tu estridente y maravillosa risa. Sentía la necesidad de pedirte una
oportunidad con la que pueda al fin desatarme del pasado y ser aunque sea un
poco, o un mucho más feliz (aunque no sé lo que me depara el futuro y aunque
dude encontrar un amor igual a éste).
A mi me va bien, Alberto a veces pregunta por ti, y yo le
digo que algún día volverás para jugar con él a las batallas en un esfuerzo
salomónico porque ocurra de verdad. He estado estudiando poco porque me he
limitado a extrañare y a castigarme, no he acabado como esperaba el curso
porque he gastado mucho tiempo en intentar superar lo nuestro, pero esa
conversación no tiene futuro y que siga con esto no tiene sentido.
El motivo de la carta es contarte que he aprendido que todo
acto tiene consecuencia y todo crimen su castigo y por eso yo no quiero
fustigarme ni castigarme más ante un verdugo que no entiende de clemencia pese
a haber llegado a los más extremos límites de arrepentimiento y humillación. Yo
ya lo he pagado con mi vida, puedes no creerme o pensar que exagero pero es
así, te he entregado mi vida en cada momento de dolor, ahora mismo te la estoy
dando, seguiré adelante pero será una vida triste porque la he relegado a tu
recuerdo.
Estoy atascada en el veinticinco de abril y aunque no sufro,
sé que me quedare para siempre en esos días y aquella, la de antaño, seré yo
por eso lo he pagado con mi vida porque soy solo tu fantasma, soy los mismos
clavos, la arena de la playa en la que paseamos por primera vez , soy tu libro
naranja de Miguel Hernández y soy lo poco que de ti y de mi queda.
Prometí no molestarte y esa será otra de las promesas que
romperé porque te molestaré siempre, mi recuerdo no hará más que molestarte
cuanto pueda y te pido mil perdones de antemano. Ojalá pudieras entender lo que
es perder a alguien así, ojalá dejaras de olvidarme un solo día para
contemplarme desnuda entre tu ropa como te contemplo yo cada noche cuando te
miro tumbado y en paz cerca de mi cuando solíamos ser otros.
Hace unos días vi una película “Pecado Original” y puede
observarnos a ti y a mi, una loca desquiciada protagonizada por Angelina Jolie
le partía el alma al único hombre al que había amado, si decidieras verla, para
poder comprender solo alguno de mis cambios de opinión, para que me odies a
rabiar porque al menos esa es una forma manifiesta de sentir.
Entiendo que quieras matarme como Loquillo a punta de
navaja, yo te dejaría hacerlo, me daría por entero una vez más a ti para que
acabaras conmigo y que pudiéramos ambos descansar de la carga que supone un
amor tan contrariado. Pese a todo yo nunca te daré por muerto, nunca serás
nadie o nada, serás el Zacarías que quiso a esta milana. Estoy rota en mil
pedazos sin ti, pero sobreviviré porque:
A mí me dan igual cuantos poemas te quepan en la espalda
Si no juras por tus lunares que nos veremos en un verso,
Me importa lo mismo que cero la cantidad
de metáforas que te guardes en el pelo,
si no entiendes que aunque pese, nos quisimos y te quiero.
Porque todavía me cabes en un verso y en el alma
Y porque soy el recital nocturno que dejas volar en mitad de
la mañana
Te querré siempre aunque te enturbie o te moleste.
Pd: Intenta ver la peli, olvídame del todo que este es el
último dolor que te causo y los últimos versos que te escribo.
Te ama, tu milana.