A decir verdad no me desacostumbraba al modo en que abril lluvioso ó dichoso se cernía sobre mi, y a decir mentira nunca me quejé al estridente calor de Murcia que cala en los huesos peor que cualquier frío.
Es tan verdad como que a veces miento cuando digo que me molesta la Luna en las noches tibias, o tan mentira como cuando fumo para mitigarte, tan verdad como que cuando digo voy miento y quiero decir vengo.
Es tan mentira que parecen verdades como puño que se pillan antes que a un cojo cuando digo que cuando me sobras y que tengo echado el cerrojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario